En general, el destete provoca una disminución en la tasa de crecimiento del potro. Para evitar este inconveniente, es importante asegurar que el potro consuma suficiente materia seca para cubrir sus necesidades nutricionales. Durante esta etapa, se debe supervisar de cerca tanto el plan de alimentación como el progreso del crecimiento. La sobrealimentación también es indeseable.
Después del destete
Tras el destete, el manejo nutricional del potro debe mantenerse cuidadosamente controlado. Entre los 12 y los 15 meses de edad, un potro alcanzará aproximadamente:
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90% de su altura adulta a la cruz
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95% de su desarrollo esquelético
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70% de su peso corporal adulto
El crecimiento restante se produce de forma gradual, con variaciones significativas según la raza.
Una dieta equilibrada que evite periodos de estrés sigue siendo crucial, ya que es preferible un crecimiento constante a los estirones. Las deficiencias, los excesos o los desequilibrios nutricionales se han asociado con las Enfermedades Ortopédicas del Desarrollo (EDD) y deben evitarse.
Selección de alimento
A la hora de seleccionar el alimento se debe dar prioridad a:
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Forraje de alta calidad (heno y/o pasto)
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Un pienso compuesto específicamente formulado para potros.
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Alimento con buena digestibilidad
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Niveles adecuados de:
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Lisina
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Vitaminas
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Macrominerales (como el calcio y el fósforo)
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Microminerales (como el zinc y el cobre)
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Todos estos son esenciales para el desarrollo adecuado de los huesos y las articulaciones.